Se empiezan a imponer ideas a ideología: ya gobierna UPyD.

Os cuento hoy a los que no estéis al corriente que el Partido Popular comunicó hace un par de días que haría públicos los sueldos de sus diputados de la Asamblea de Madrid, en lo que presentó como una iniciativa a favor de la transparencia. Yo les di la enhorabuena por sumarse a una propuesta que UPyD venía haciendo desde la precampaña de las pasadas elecciones autonómicas (en todo caso, si me seguís en twitter veríais que ayer en el pleno le pregunté a la Presidenta porqué todavía no habían colgado en la web la información comprometida, pues hasta ayer no aparecía). Nuestros sueldos están disponibles en la web desde principios del mes de julio. Lo que entonces se tildó de demagógico desde las filas populares y socialistas, ahora se considera una medida indispensable para el control ciudadano.

No es la primera vez, ni será la última que los gobiernos locales o autonómicos se ven forzados a adoptar una medida propuesta por UPyD. En el Congreso de los Diputados, Rosa Díez propuso también el recorte de privilegios de los cargos electos, obteniendo la callada por respuesta hasta en tres ocasiones. Sin embargo, los privilegios de los cargos electos se convirtieron en objeto de debate público y desde entonces se han sucedido las iniciativas.

Aparte del asunto de los privilegios políticos, muchas otras iniciativas de UPyD, en un principio ignoradas, son hoy casi un lugar común, aunque esto no quiere decir que los partidos mayoritarios tengan voluntad alguna de llevarlas a cabo. Hablamos por ejemplo de temas como: la fusión de municipios, que ha llegado a ser defendida, como si se le hubiese ocurrido a él, por Manuel Chaves, y criticada con argumentos metafísicos por Javier Arenas (“los pueblos tienen alma”, dijo). La reforma de la Ley Electoral es defendida – aunque en versiones descafeinadas y contraproducentes – por el candidato socialista Pérez Rubalcaba y por la Presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre. Incluso José María Aznar propone cierta reforma del modelo de Estado como si no hubiera presidido el Gobierno durante ocho años. La eliminación de las Diputaciones se discute, aunque tiene el inconveniente de afectar al clientelismo y a una importante agencia de colocación de afiliados, lo que hace poco probable que PP y PSOE se comprometan finalmente en hacerlas desaparecer.

En cualquier caso, parece que cuando las propuestas se hacen desde el sentido común, se imponen y eso es, sin duda, una buena noticia para España y una muy mala noticia para la vieja forma de hacer política de PP y PSOE. No es la primera vez que nuestras propuestas siguen el mismo camino: primero se ningunean, luego se ridiculizan y luego se copian.

Un saludo y buen fin de semana.